Amigos, el reto de la página en blanco se nos queda ridículamente corto al afrontar que en esta entrada tenemos que narrar los 4 días de vivencias en el último Ficómic de Adobo. A modo de spoiler, al finalizar la lectura de esta entrada sabréis qué tienen de común estos 5 personajes:
"Acerté Quién es Quién y gané"
Hay que empezar por el principio. Antes de partir rumbo a Barcelona dejamos casi todo el stock de Adobo enviado por mensajería y rumbo al
hotelaco donde Ficómic ha tenido a bien acogernos los últimos 4 años pagando parte de la estancia. Se nos hacía la boca agua y los lumbagos cisco al pensar que íbamos a
desayunar como bueyes de carga y que nos iba a tocar manejar 8 cajas de Adobos para poder volvernos de rositas y con una sonrisa en la boca.
Sudorcitos fríos y rugir de estómago por la dicotomía trabajazo - buffetaco de desayuno. Por suerte contábamos con la promesa de que
Pablo Ríos (TEBEOBIEN) prestaría su estómago para que el domingo asestáramos un auténtico
machetazo de gula en la cocina del hotel.
Nos conocemos la rutna de todos los años: desayunar como jabatos y apuntar todas las miserias para hacer estas crónicas.
Una vez mentalizados nos preparamos para el viaje de ida el
jueves en un avión de Ryanair que salía a las 8 de la mañana. Estábamos más muertos y acojonados de lo que solemos estar cada vez que pillamos un vuelo de Ryanair ¿Por qué? porque se nos había cortado el rumio con la emoción al pensar que iba a ser el último Ficómic con toda la vaina de la nominación.
Cuando estábamos al borde del colapso, por la megafonía el
asistente de vuelo en un perfecto ruso de asesino de series española empezó a decir:
Ahorra pasarrá nuestrro serrvisio de bar. Podrrán encontrarr servessita frría, gaspacho, agüita frresca de Torremolinos o exquisitos manjarres como chipirrones, puntillitass, arrós a banda y otrros marravillosos manjarres.
Quizás al resto de pasajeros hasta le tocara los cojones, pero a nosotros
nos salía la mita por las putas orejas y no habíamos hecho más que empezar el viaje. Acunados por las putas turbulencias, nos quedamos fritos y abrimos los ojos cuando los subnormales empezaron a aplaudir por el toque de corneta. Que Dios les bendiga, nos habríamos pasado la parada si no nos avisan.
En el bus al hotel se subió un nutrido grupo de
francesitas de unos 17 años que estuvieron todo el viaje invadiendo nuestro espacio vital. Nunca se lo agradeceremos lo suficiente. Esa noche íbamos a dormir como campeones. Podríamos haberle metido mano por dentro de los pantalones y oler
la varilla de cobre para saber si les habían
tirado los camiones de fresas o había que esperar unos 28 días.
Vosotras os lo perdéis gabachitas. Estos dos sementales podrían haber sido vuestros.
Jesús vino "malito" de Sevilla y se dedicó a doparse con pastillones de paracetamol y algún tipo de
grajea infernal de propóleos (rebautizado como "propozeno" por el bueno de Fresús) que olía a puta mierda de herboristería a metros a la redonda. Efectivamente, querido lector,
este Ficómic tampoco hemos follado.
Al llegar al hotel se nos subieron los testículos de nostalgia porque, para ir a recoger las 8 cajas que habíamos remitido, tuvimos que bajar al
salón de convenciones donde un día rodamos por el suelo de alegría en una gala de entrega de premios de
Ficómic y donde ahora estaban haciendo cosas de yuppies. Esa moqueta la tenemos clavada en el alma y algunos de nosotros en las costillas, donde aún se pueden distinguir la trama.
Hombres tocándose ¿No te pone nena?
Al llegar a la habitación abrimos un sobre que nos habían dado en la recepción y pudimos encontrar un par de acreditaciones para acceder a la Fira. Las que teníamos eran
verdes y estas eran
azules. Más tarde descubrimos que teníamos que ponernos las dos porque si llevabas sólo la azul te mandaban a la puta calle por ser
autor y no
expositor. En el futuro
conservad vuestras pulseras amiguitos, las moradas, las negras, las rojas, las verdes… nos olemos que son las mismas todos los años. Aunque a nosotros no nos volverán a hacer falta NUNCA JAMÁS.
Acompañado del bueno de
Oscar +AB,
Follaldre,
Alberto de Adobo y
Kwyjibo nos adentramos en el el salón. Allí nos reencontramos con los fanzineros habituales de
Migas,
Andergraün,
Joaquín Guirao, Timoneda y demás escoria infecta junto a un mensajito de ánimo que os dejamos por aquí. Se nota que somos un fanzine que se ha ganado el respeto de todos los compañeros o al menos ESO ES LO QUE NOS DECÍAN SUS MADRES EN LA CAMA.
Lo que para unos es una amenaza para nosotros es arte urbano.
Soltando los cacharros en el stand recibimos la visita del señor
Ojetemoreno y de
Carlos Melagres que portaban una misteriosa caja. La sorpresa fue tremenda. Era justo lo que queríamos. Esta gente de Malavida nos leen el pensamiento.
A puchi le cabe... una tranca como el badajo de una campana. HUÉLELO.
Tampoco tardamos demasiado en encontrarnos con
Néstor,
Pau y
Marc, que vinieron a cobrarnos el impuesto de turistas y salir corriendo para comprarse una lata de
Fantita con lo rapiñado. Cría cuervos… Aunque hay que decir que al final del evento nos trajeron este preciado obsequio en forma de snack proveniente de filipinas o algún antro infecto de Barcelona. En la bolsa se representa un escroto poderoso y el
sabor a Adobo, lo que viene a decir que vosotros
nos coméis los huevos.
CORNICK: Maravillosa mezcla entre Cárnic y Corn (Pau Anglada Dixit).
La cosa empezó fuerte y las ventas se fueron sucediendo a buen ritmo. Pocos
cospobres este año y una sensación de calma chicha nos debería haber advertido del desastre que se iba a producir. Llegando la hora de comer nos acercamos al mitiquísimo
bar de menús donde los años anteriores jamamos como putos reyes, pero al llegar allí, EL HORROR. El maravilloso bar había sido sustituido por un
italiano regentado por un par de filipinas. En pleno estado de shock salieron de sus entrañas la buena gente de
Malavida apostillando un "no está mal, pero…" y obligando al bueno de
Fresús a hacerse una foto como un cospobre de
Green Arrow. El mazazo fue duro, así que pusimos rumbo junto a parte de los
Migas a otra de nuestras mecas: La Fricandela.
Sabemos quién es Mortadelo, pero ¿Green Arrow? NARANJAS
Al llegar allí pudimos respirar tranquilos. Allí seguía el mítico bar pero… ¿QUÉ COÑO ESTÁ PASANDO? El mítico
Hindú Infecto anexo no estaba cerrado, ni se había traspasado: HABÍA DE-SA-PA-RE-CI-DO. Está claro que la muerte de
Adobo dejaba a las claras que nada es esterno, pero JODER, podían haber esperado un puto año más.
Fresús y Alberto se lamentan y El otro Samu disfruta de la noticia. DEP.
Es el fin de una era amigos, menos mal que nos pudimos agarrar a un clavo ardiendo con forma de hamburguesa gloriosa en el Frankfurt de nuestros amores. Huelga decir que
comimos y cenamos allí hasta el hartazgo y la sensación de que nos despedíamos de un segundo
Crujipollo apareció en nuestra cabeza. Teníamos que ganar el premio para honrar a los bares caídos en acto de servicio.
Tras comer, la sombra de los viejos tiempos empezó de nuevo a manifestarse.
Follaldre había encontrado en
Jehf un compañero de cogorza y ambos se picaron en una competencia a base de
Xibecas y tientos a una
petaca soviética llena hasta la puta boca de anís. Los efectos empezaban a surtir efecto y tanto uno como otro se venían arriba en banderillas.
El efecto sobre
Jehf fue irse amodorrando y calmarse, pero bien sabemos que en
Follaldre el efecto es el contrario: Venta agresiva y muy incómoda.
Adobo de la primera etapa en estado puro. Especial mención para el
nuevo firestarter (con voz grave y pendantona) "Hola, somos alumnos de una escuela de arte de Logroño que hacemos un fanzine experimental y…QUE NO HOSTIAS, QUE SOMOS LA PANDA DE CABRONES QUE HACEMOS ESTA MIERDA. MIRA A QUIÉN SE FOLLA LETIZIA".
Alguien no nos pudo seguir el ritmo. Tumbamos a Nesteas a cualquiera que se nos presente.
Esto significa un ascenso del tono de venta cada vez más desquiciado hasta que se llega a un tope, a partir de ese punto se pierde vocalización y los adobos agradecen el plastificado brillo porque todo se empieza a llenar de cerveza y a caerse del stand. Llegados a este punto se produce un
fenómeno de la naturaleza que sólo se puede ver cada 5 años y este año tuvimos el extraño honor de presenciarlo: EL SEGUNDO CIEGO DE ADOBO.
El primero podéis verlo por aquí y ha sido narrado en varias ocasiones: Se basa en vociferar alguna burrada y se provoca un golpe de puta moralidad de igual o mayor impacto sobre el stand de Adobo. En esta ocasión
Follaldre vio a un par de personas disfrazadas de
Star Wars con máscaras, uniformes y toda la parafernalia asociada. La fórmula fue la habitual: "Si tienes pasta para todas esas pijadas seguro que tienes dinero para comprarme un puto Adobo". La contestación fue "¿Qué pijada?" acto seguido se acerca el
Darth Vader en cuestión con algo en la mano y nos susurra "Esto es todo gratis porque es para una buena causa…" y entrega a
Folladre un folleto de una caravana de apoyo a niños con cáncer de la
Cruz Roja. Nos quedamos plantados como un palo leyendo el folleto e intentando no reírnos viendo las fotos de los niños sin pelo en pijama de hospital porque era completamente consciente de que el suceso era tan crudo y ridículo que sólo se podría tratar de un nuevo "ciego".
Tras varios minutos de tensión y caras de circunstancia los disfrazados se fueron y el sudor frío hizo acto de presencia. El relato a todos los asistentes al evento recordando el primer ciego no se hizo esperar. En pleno relato al bueno de Fresús se le ocurrió la maravillosa idea de cerrar el círculo. Plantó un CHIQUIADOBO en la portada del folleto cuadrado y firmó esta maravillosa obra de arte. El resto de los asistentes nos quedamos pasmados y chorreando mita por todos los poros de nuestra piel, así que decidimos que la suerte jugara su papel.
Al infierno de cabeza. Lo sabemos.
Encartamos el
Chiquiadobo de la discordia en un
Adobo Final al azar y lo vendimos a cualquier persona que pasase. Se lo llevó una chica. No sabe lo que tiene entre las manos. Se lleva un tesoro. Historia viva de
Adobo…y no tiene ni puta idea.
Tras esto,
Follaldre perdió el rumbo y
César de
Fulgencio Pimentel tuvo el fallo de hacerle algo de caso. La brasa fue monumental y casi sale de allí con contrato editorial firmado por culpa del alcohol maligno. A dos tragos de un tomo exquisitamente editado. Aprovechamos la coyuntura para darle a la gente de
Entrecómics Cómics los ejemplares de
Adobo que se venderían en el
Graf durante la jornada del sábado y para recoger la impagable aportación de
Xcar al
Chiquiadobo Final.
La jornada se cerró sin más incidentes (que podamos recordar), así que salimos del recinto ferial y esquivamos como pudimos a
Follaldre para irnos a morir al hotelaco. Demasiadas emociones en la primera jornada, así que nos fuimos directos a sobar. Nos enteramos que nuestro amigo le dio encuentro a
Pau,
Toni,
Nacho García,
Molg H,
Néstor y demás y ahogó aún más sus ansias de alcohol con
vodka con gengibre en un
restaurante senegalés (manda cojones). Lo siguiente fue ser consciente de que había perdido la cartera cuando se vio solo, con dolor de piernas de caminar por el
Tibidabo y con el teléfono movil pidiéndole el código
PUK. Monumental cogorza que hizo que no diera señales de vida hasta mediados del día siguiente.
Follaldre animadísimo posando junto a un cospobre de Goku... ¡DE GOKU HEMOS DICHO COÑO!
El
viernes por la mañana amanecimos hechos cisco pero nos vinimos arriba por la promesa del bufetaco que nos íbamos a pegar. Nos pusimos los baberos de niñones, nos pulimos las mejillas y bajamos al festín. Nos sentimos fatal, pero nos reafirmamos en nuestra postura cuando
Gilbert Shelton, a dos mesas de distancia, se limpiaba el sudor y comía tortitas y salchichas como si no hubiera un mañana. Si pensábais que hay que ir pidiéndole medidas para el pijama de pino, mejor no le invitéis a comer. Debajo de ese sombrero se esconde un puto triturador de basura.
Con el estómago lleno y con una mina antipersona en el inodoro del hotel pillamos las cajas que teníamos planteadas vender durante la jornada y enfrentemos la mañana.
Xcar se paseaba con un birrete a sus anchas pero lo que no sabía
Fresús es que era la víctima perfecta para que le pintara un OGT en plena calva. Los años de práctica han pulido su técnica y ya usaba partes de la calva como elementos del dibujo. El
pie/ceja y la consiguiente prueba de que, al moverla, el bañista saltarín hacía cucamonas fue celebrado por todos los fotógrafos de la zona de fanzines ávidos de la mita que ellos no son capaces de destilar.
El artista, la inspiración, el lienzo y los goterones de sudor.
A lo largo de la mañana nos fuimos encontrando con
Sonia de Tartartatín,
Nacho García,
Alexis y
Molg H, pero de ventas la cosa estaba chunga. Apenas había movimiento en el recinto y lo achacamos a que era viernes por la mañana. El problema es que por la tarde fue más de lo mismo. Este salón en ese sentido no ha tenido altibajos. Ha sido una constante bastante peligrosa porque apenas pasaba gente por la zona, pero los que pasaban venían con intención de comprar.
Por mucho salero que le echáramos a la venta los montones no bajaban ¿será porque decidimos usar el almacén como letrina improvisada?
Cuando apareció
Jehf nos empezamos a preocupar por
Follaldre, porque él estaba hecho una puta mierda y le estaban saliendo bultos por todo el cuerpo, con mención especial al doble codo.
Por la mañanita temprano, cuando no había nadie en el recinto, se celebró la
presentación de fanzines en el Salón. Un
Pedro Kat curtido en mil batallas y un
Evandro que no había quien lo despegara del micro y el iPad dirigieron la ceremonia… más bien uno la dirigió y el otro iba calzando gracietas y cucamonas. Echamos mucho de menos a
Timoneda, con eso creo que lo decimos todo.
Momento en el que El otro Samu protagonizó un bochornoso desnudo integral
Durante todo ese tiempo las pullitas a la muerte de
Adobo fueron acogidas con cariño por
Samu, también las bromas sobre la producción del último fanzine de la
Facultad de Bellas Artes de Valencia se fueron sucediendo recurrentemente. Todo fue sobre ruedas. Hicimos el paripé de que había público y en cuanto tuvieron oportunidad nos echaron de la sala para hacer algo serio de verdad.
La gente de
Rantifuso hizo entonces acto de presencia ocupando su stand clásico y con un tufillo a que tampoco van a durar mucho más. No nos vendáis el número 11 cuando ya estáis haciendo el petate ¡FARSANTES!
Adios Rantifuso ¿porque se acaba Adobo? NO porque desde aquí se ven las coronas de flores.
El trato de todos los miembros de
Rantifuso hacia
Denis, el niño fanzinero creador de
Los señores formas, con contrato editorial daba lugar a malos pensamientos sobre una pedofilia comiquera muy retorcida o un peloteo para que alguno acabara enchufado en la misma editorial. El mundo del cómic da asco amiguitos, los tiburones del tebeo pululan por estos procelosos mares.
Pequeño, dibuja un Mortadelo y señala dónde te tocó el Tito Ranti
Por la tarde la cosa se fue animando y hubo más gente pululando por el stand, sin demasiadas ventas, pero sí mucha actividad (Faringitis Gratis).
Raul Minchinela se pasó por allí y también un redactor de
Jot Down. Ambos nos confesaron que en breve verían la luz reseñas del
Adobo Final tanto en el
Rockdelux como en
Jot Down. Las noticias nos dieron alas e hicieron que nos cagáramos en nuestra calavera porque apenas quedaban números finales por vender.
Al cierre de Ficómic, partimos junto con
Mar de
Entrecómics rumbo a
Fatbottom donde había una presentación de nosequé hostias, chupando sendos caramelos de
Qijomelo mientras
Modern Talking tronaban en la radio. Al llegar a la librería nos encontramos con
Joan Cornellá,
Mañi,
Toni Junyent,
Pau y demás amiguetes (amén del bueno de
Nico, que por cojones tenía que estar allí). La presentación estaba más que acabada, así que curioseamos un poco por la tienda y no tardamos en decidir que nos íbamos a cenar.
Migas y Adobo: Separados al nacer
La indecisión y la falta de empuje hizo que nos pusiéramos de nuevo el traje de cabrones y fuéramos aventando a las masas para que no nos quedáramos toda la noche haciendo el pavo en la puerta de
Fatbottom. Fue entonces cuando un apocadísimo
Follaldre hizo acto de presencia con lagunas en los recuerdos de la noche anterior y con poquísimo dinero en los bolsillos.
Nos fuimos a una
bocatería que había cerca, donde no había
ni lacón,
ni escalibada,
ni roquefort (cosa que no nos quedó claro porque lo menos lo preguntamos 5 o 6 veces).
Elías,
Tudelilla,
Choche,
César, unos amigos de
Molg H… todo Dios se apuntaron al plan y al final cogimos todas las mesas que había en el local y nos sentamos ocupando media calle. La cena fue amenizada por
El Perro Chuchi y una conversación animada sobre el saloneo y demás.
El otro Samu haciendo entrega de uno de sus originales en papel reciclado de las cartas de los bancos. ¡RECYCLE POWER YA HOMBRE!
Más tarde fuimos a una
hamburguesería regentada por un par de
pakistaníes que se quedaron chanin cuando le
llenamos la segunda planta de gente pidiendo cerveza, trinas de naranja y DOS FLANES. Pensamos que era una excentricidad del bueno de
Toni, pero en noches sucesivas pudimos comprobar que se trataba de una tradición en toda regla o de un intento para implantar una moda: la de "salir de flanes".
Hubo varios intentos de empezar un "Conejo de la Suerte" que hubiera sido MUY INCÓMODO.
Llegada una hora prudente
Fresús y
Samu se retiraron a morir al hotel. El día de la verdad se acercaba. Pronto sabríamos quién iba a ser el fanzine que nos arrebataría por cuarta vez el premio en nuestra carita.
Llegó el
sábado de Salón. Amanecimos abordando el bufetaco con más cabeza, así que sólo formamos una columna de platos sucios. A nuestro lado una
familia de obesos brutales comían como putas hormigoneras y se llenaban los platos de bollería como si se fuera a acabar el mundo. Las arterias de esa familia se podrían ordeñar. Como nos dio tanto ascazo sólo nos desabrochamos un agujero del cinturón.
Las expectativas estaban bien altas y nos llevamos el resto de las cajas al stand. No sabíamos cómo iba a funcionar eso de que se solaparan el
Graf y
Ficómic. Sufrimos durante buena parte de la mañana la halitosis de los fanzineros más dicharacheros. Luego al gente se extraña de que no vendan un carajo.
Los incautos jovenzuelos reúnen todas las monedas que llevan para costearse los ofertones que hacíamos.
Recibimos las visitas de
Cartoon, de
Kax y de
Comissario Gordon,
Starsky,
Iturbiño (al que le dimos un póster de
Brazil que se dejó olvidado hacía un año en el stand). Auténticos prohombres de
Ojodepez que charlaron animosamente con nosotros. Toda la mañana fue un ir y venir de personas con tres preguntas: "¿después de adobo qué?", "¿ya toca el premio no?" y "¿luego tiraréis las jeringuillas en un sitio seguro,verdad?".
La tónica del vienes se repetía. Apenas pasaba gente por la zona mientras que el salón estaba hasta las trancas. La ventas se hacían muy cuesta arriba a pesar de que mucha gente venía a tiro hecho gracias a la exposición que había sobre los nominados al lado de los servicios del recinto ferial. Hay que señalar que en esta exposición habían metido de mala manera la carta que acompañaba el envío y había hecho esta simpática reseña de Adobo que incluye
El Chique-Adobo... Sin comentarios
De verdad ¿por qué nadie dice que somos un fanzine DE HUMOR? Será que no tenemos ni puta gracia
Nuestro clavo ardiendo es que era el día de los
cosplays y estuvimos dando cera a todo el que pasaba por nuestros dominios. Sorprendentemente los cospobres abordados fueron compradores. Los tiempos están cambiando, así que nos bajamos antes de que nos caguemos en los pantalones sin querer.
Cospobre de Pepe Sancho
A la hora de comer nos enfrentamos a la
quinta fricandela consecutiva por un lado y al "chuchi" (pescado crudo japonés en Fresulandia) por otro. Las noticias sobre las ventas del
Graf que llegaban no eran muy halagüeñas y las fotos que nos remitían al móvil parecían más de un salón de té que de una exposición de cómics. Empezaban las caritas pálidas pensando en mandar de vuelta cajas y cajas de
Adobos multiplicando el coste del viaje brutalmente, y eso que aún no estábamos pensando en el premio del salón ni en los fanzines y cómics que nos pillásemos. La defecación sobre nuestra puta vida empezaba a hacer acto de presencia.
Por la tarde el trasiego de compradores y colegas se hizo llevadero y tuvimos que improvisar como pudimos la escapada para la gala de
entrega de premios. El problema de este año es que no se celebró en un recinto aparte una vez terminado el salón, sino dentro del horario y el recinto del propio salón. De esta manera tu corazoncito se tiene que dividir entre la posibilidad de ganar un premio y la seguridad de vender como un cabrón el día de más trasiego del salón. Lo bueno es que la gala sólo duraba media hora, así que el bueno de
Antoine se ocupó de echarle un ojo al stand mientras nosotros cumplíamos por cuarto año consecutivo como nominados,
Gracias a la épica intervención de Antoine nos ayudó a atender todos nuestros compromisos. Él es nuestro héroe.
La hora pactada eran las 8 de la tarde y allí estábamos como un clavo en un banquito que no estaba preparado en absoluto para gordos (cosa impensable en un asiento de un evento relacionado con el cómic) junto a los compañeros de
Zócalo, para aplaudir a rabiar a los ganadores y esperando que
Néstor F. nos dedicara algunas palabras al recoger su premio.
Follaldre, suponemos que aún bajo los efectos del alcohol, preguntó "¿Si subimos a recoger el premio puedo agracérselo a estas personas?" Y nos enseñó la lista que aquí podéis ver.
"La Lista de Purita"
Evidentemente, la situación en sí era poco probable y la gente conoce
Adobo de anteriores entregas de premios. Así que dimos visto bueno. Comenzó la gala y el autor de
Sleepers no apareció.
Carles pareció molesto con el tema y acto seguido anunció la entrega de premios al mejor fanzine. Esto no pintaba nada bien.
El buen señor de la Fundación Divina Pastora estuvo a punto de volverse y arrancarse por bulerías ¡TOL ARTE IO!
Mientras se iban presentando a todos los nominados, en el mismo power point y con las mismas canciones que en los últimos 6 años, aplaudimos a rabiar mientras mirábamos a los nominados deseándoles lo mejor, pero no, el señor
Santamaría anunció a
Adobo como ganador. Es lo que tiene desear las cosas en voz alta.
Subimos a recoger el premio con todos los autores que pudimos reunir y que accedieron a pasar el mal trago.
Fresús vino a recordar a los presentes que moríamos como fanzine tras cuatro nominaciones para seguir la tradición y
El otro Samu en un tono muy alegre le aconsejó al respetable
que se murieran.
Follaldre se hizo con el micro entonces y citó a las personas de la lista como
modelos de conducta. Todos muertos ¿TODOS? No, una irreductible autora que dibuja fiel a su estilo desde tiempos inmemorables aguantaba ferozmente.
Dobles parejas de barabas y calvas para Néstor F.
Posamos incómodamente ante "el cartelico de Alfonso Zapico" y bajamos del escenario. Contentísimos recibimos la enhorabuena de los amigos y autores circundantes y también varias visitas de fanzineros encantados con la noticia. Fanzineros con los que nos hemos batido el cobre dejándonos la puta garganta durante 6 años, dando tumbos por toda España para endosarle un ejemplar a cualquier persona y poder encontrar aunque sea un lector que entienda lo que estás haciendo y sienta la misma pasión por lo que lee como nosotros por lo que hacemos. A esos fanzineros, esos lectores y esos amigos que nos felicitaron les debemos este victoria, PERO PUTAS, LA PANOJA NO LA TOQUÉIS, JODIDA PANDA DE BUITRES.
"Esto brilla demasiado para ser nuestro... ¿Arderá?"
Sentados de nuevo en un banco que no estaba preparado para los egos del cómic español cruzamos para que el resto de las quinielas salieran bien:
Néstor F. o
Pablo Ríos,
Entrecómics Cómics y
Fulgencio Pimentel… Pero NABO, amigos. Norma arrasó ante todo pronóstico. QUE SÍ. A
Néstor no sólo se lo quitaron de un plumazo, sino que al proyectar las páginas en la presentación colaron una de
Molg H., lo que ha abierto aún más la brecha entre estos dos autores, que se aman y odian como
Bustamante y
Bisbal. Los premios se fueron sucediendo cuando la sorpresa saltó: El
Gran premio del 31 Salón Internacional del Cómic de Barcelona era para… PURITA CAMPOS.
Amigos, si teníamos almorranas se fueron corriendo del recinto de puta vergüenza.
Follaldre había protagonizado
el tercer y más laureado ciego de la historia de Adobo. Un broche de oro puesto en un destartalado cofre por un niñón con las manos llenas de restos de gusanitos naranja. No sabemos si Purita escuchó nuestro discurso, pero lo que si estaba claro es que a Purita AUN LE CABÍA.
No, en la foto finish nos fue imposible ponernos más cerca de Purita. Nacho dice que le tocó el tobillo.
La ceremonia termina y se sucede el intercambio de impresiones mientras que por la cabeza, como buenos fanzineros con algo de promo, lo único que teníamos en la cabeza era VENDER COMO CABRONES. Salimos follados al stand donde pudimos colocar unos cuantos números de
Adobo antes de que las puertas del recinto se cerrasen y nos obligaran a recoger todo el material.
Para ser
sábado de salón en Barcelona, las ventas del número final eran bastante mediocres pero ¡qué coño! teníamos el premio entre nuestras manos y hay que convencer a muchos niñones para comprar adobos por la cuantía económica que acompaña la estatuilla (a la que, a propósito, no se le van las putas huellas).
¿QUÉ COÑO HACE TANTA GENTE DENTRO DEL STAND? FUERA DE AQUÍ.
Reunimos a las tropas en el exterior de
Ficómic y nos dividimos. Un grupo se fue al
Graf pitando porque tenían compromisos y miserias. otro grupo se quedó en las inmediaciones del hotelaco. Dejaron los bártulos, se echaron colonia y se fueron ¿Al Graf? Y UN CARAJO… A la Fricandela de cabeza. Con
4 fricandelas como 4 soles celebramos a dos carrillos la victoria de
Adobo.
Si tuviéramos un templo se sostendría sobre estas cuatro columnas.
Más tarde quisimos estar sentados y tranquilitos en el
Bar Singular antes de ir al
Graf. Nos cruzamos con los
Rantis, a los que les recomendamos la pizzería en la que seguramente
Darío Adanti seguía dándole el coñazo a aquel señor con barba cana que vimos esa misma mañana de camino al frankfurt. Cuando nos cansamos de estar allí decidimos hacer
el simpa más elegante del mundo llamando a un taxi sentados desde el velador del local. No resistimos la tentación y, aunque pagamos, llamamos al taxi como unos señores sentados y nos desplazamos al
Graf
Lo primero que preguntabas allí era que dónde estaban los servicios. terminamos meando en una esquina fuera.
Llegamos a última hora que, en nuestra humilde opinión, es donde se mide un verdadero evento. Cuando se han acabado las cosas gratis, la gente no tiene ya ni puta gana de estar en los stands, los expositores más débiles se han rendido, y la gente está menos participativa. Bien señores, pues aún así
la cosa no pintaba nada mal. Había bastante actividad y en las mesas había cositas interesantes que nos dieron con una babucha untada en mierda en la carita para pensar que nosotros venimos "del pueblo" y que aquí salen cosas cremosas de debajo de las piedras en eventos como este. Alternamos con unos y con otros hasta que se empezó a levantar el chiringuito.
Mar y El Tío Berni incombustibles vendiendo gloria bendita hasta que echaron el cierre en Graf.
De ventas la cosa estuvo regular para
Adobo porque estábamos apostillados al stand de
Entrecómic Cómics y no pudimos ejercer nuestra magia de insultos y chillidos… Aunque dudamos que con ese rollo hubiéramos vendido algo en este evento. Somos carne de populacho, no lo podemos remediar. No tardamos ni 10 minutos en plantear el traslado de urgencia a un bar cercano y en el camino estuvimos charlando con
JAB,
Irati FG,
Javi de Castro,
Clara Soriano y otras personas de esas que ves en el twitter desde la lejanía de un ADSL de provincias.
El lugar elegido fue el
Nostromo. El precio de las tapas nos pararon los pulsos, pero
César nos trincó de la patilla y nos condujo a un "garito secreto" que no era más que otra habitación del mismo local. Allí las tapas hicieron acto de presencia y nos pegamos una sesión de arte y charloteo en presencia de unas croquetas redondas y unas patatas que nadie se atrevía a llamar bravas para no insultar a algún madrileño con tres cervezas de más. Corrió el
alcohol, la
tónica y (por supuesto) los
flanes.
No me juzgues, hazlo cuando seas fanzinero y quieras vender alguna mierda. NO.
Llegado un momento cogimos la caja de los
Adobos no vendidos en el
Graf y nos fuimos a dormir como benditos sabiendo que al día siguiente tendríamos que vender los últimos
30 Adobos Finales con el empuje del premio y con la tranquilidad de poder hacer ofertas de puta madre con todos los números que nos habían sobrado los días anteriores. Era pan comido, pero antes había que tragar saliva y enfrentarse a semejante telera.
El domingo, tras un buefetaco comentando las mejores jugadas de la edición de
Ficómic con
TEBEOBIEN, nos encaminamos nuestros pasos al Salón para librarnos de todo el stock que nos habíamos llevado y volvernos ligeros de equipaje, pero nada más llegar
Antoine Leviril nos dio una noticia que nos dejó helados.
Álvaro Samaniego había sido ingresado en el hospital por problemas chungueles. Fue como una bofetada de dos colores, porque a su par de la terrible noticia, nos contaron una historia maravillosa.
No te engañes Fresús, a Andy y Lucas no les va tan bien como parece
Samaniego se fue del
Graf a media tarde porque se encontraba chungo y había hecho muchísimas compras porque es un señor de buen gusto y aficionado a la tirada corta y los autores rarunos. El tema es que cuando llegó a su hostal se empezó a sentir peor y surgió la magia. En un alarde de valentía se puso los cojones por montera y, con dolores de brazo y dificultades respiratorias,
se leyó las dos columnas de material moderniqui que se había comprado en el Graf. Alegó que se sentía mal y que después de comprar semejante tonelaje de lectura,
si se iba al otro barrio se lo quería llevar puesto. Será por tacaño o por apasionado, pero este pseudo-niñón se ha ganado el título de EL JOVEN SEÑOR TEBEO. El jama de Sama nos ha abierto los ojetes.
Álvaro Samaniego,
Adobo al completo respira tranquilo sabiendo que el futuro del cómic nacional descansa sobre tus foscos rizos de mita y su infecta capacidad para hacer una selección musical en los viajes de coche. Tú y sólo tu tienes la ilusión que muchos de nosotros no sabemos dónde la hemos puesto. Usted,
Joven Señor Tebeo, es LO MÁZZIMO. Beatificación en vida YA. Tras la narración de los sucedido nos despedimos de la buena gente de
Migas, que han sido nuestros vecinos en este último gran salón. No podríamos haber tenido mejor compañía en nuestra despedida.
Miguitas, os queremos de la manera más sexual e incómoda que nos podemos permitir.
Ya sea por el empuje del premio o porque ya quedaba poco material las ventas se sucedieron con bastante rapidez. A lo largo de la mañana
Fresús y demás estuvieron vendiendo en el stand y
El otro Samu estuvo en la rueda de prensa a partir de las 12. En la susodicha, Samu sólo contestó una pregunta sobre cómo había afectado el premio al fanzine, y aún así en
los artículos se ha malinterpretado. Desde aquí desmentimos que nos planeemos una vuelta… ¡Que no volvemos joder! QUE-NO-VOL-VE-MOS.
Hicimos buenas migas con
Luis NTC, con el que hablamos sobre el rollo de los encuentros alternativos como el
Tenderete o el
Graf, y cómo andaba el ambiente por Valencia. Evidentemente en la rueda de prensa poco podíamos aportar a las preguntas de los periodistas asistentes, que se centraban en Purita y Miguelanxo, que repartían auténticas lecciones de profesionalidad en el mundo del cómic.
Purita cagándose en nuestra fina estamapa, el resto asienten.
El ambiente se puso un poco tenso cuando preguntaron al representante de
Norma que cuál había sido el secreto para que autores y publicaciones de norma se hubieran llevado de calle todos los premios… No supimos del secreto, pero no tardó mucho en expresarse como representante de Ficómic respecto a la relevancia de los nominados y su promoción en tiendas.
El representante de norma y el representante de los que se saltan las normas.
Purita, ante la clásica pregunta de los "cómics para mujeres", respondió que sabía de buena tinta que muchos hombres se leían Esther en el cuarto de baño a escondidas.
El otro Samu no pudo evitar apostillar un "más de lo que piensas Purita" ¿Por qué lo sabemos? Porque todo hombre sabe que a ciertas edades
Esther da para paja. Tras la rueda de prensa una sesión de fotografías oficiales en las que intentamos lucir muy a gala la inscripción de la camiseta. Ese HIJOPUTA quedará grabado en las retinas de todos los fans de
Purita Campos cada vez que recuerden el
Gran Premio del Salón.
¿Quién es el Hijoputa que se ha colado en la foto de los ganadores de los premios de Ficómic?
Una vez terminó el menudeo fotográfico fuimos abordados por un cámara que nos susurró en voz baja "no sabes cómo te entiendo". Nos quedamos ojipláticos porque no sabíamos a qué se refería hasta que nos fijamos en una pegatina que rezaba
Spain Cómics. Si amigos,
Rosanna estaba al caer, volvimos a darnos el encuentro en el stand y cogimos las alabardas para defendernos.
Efectivamente no tardó mucho por pasar por el stand para saludarnos y exigir que se le enseñara su colaboración en el número final. Al enseñarle su colaboración quedó fascinada porque el gran
maestro Azpiri le había hecho una preciosa caricatura de su persona. Movimos los hilos necesarios. "Todo lo mejor para tí Rosanna" apostillamos. Al enseñarle su cromo advirtió que
su nombre estaba mal escrito y se quejó. Le dijimos que no podía esperar otra cosa de los Adobos.
Al leer el mensaje que acompañaba la imagen nos preguntó si efectivamente era así y no podía hacer "nada al respecto"… Puso mirada picarona, llevó su hombro hacia su cuello esbozando una sonrisa. "NO", contestó
El otro Samu.
"He dicho QUE NO"
Nos comentó que luego se pasaría para hacer la entrevista, pero que quería una entrevista más profunda porqué éramos los ganadores y llevábamos muchos años. La acompañaban dos cámaras y una mujer que presentó como "nuestra productora". Una atractiva y simpática chica que mostró mucho interés por todo lo que le comentábamos.
Dio instrucciones sobre la disposición de los elementos en la sala de prensa y nos citamos antes de comer. Más tarde pasó y nos comentó con una mueca de disgusto que la entrevista nos la haría
la otra chica. Los gestos y señales de fondo de sus cámaras (uno de ellos nos confesó su pesar porque antes de ser cámara fue su jefe… y nosotros le confesamos que no nos extrañaba que cada vez que veíamos a Rosanna tenía un cámara distinto).
La "productora" en cuestión se pasó más tarde y cerramos una cita distinta. En un tono confidente nos confesó que aparte de la entrevista que nos iba a hacer Rosanna en la zona de fanzines, la que nos iba a hacer ella en la sala de prensa iba a tratar
SOBRE Rosanna entre otros temas. la idea nos emocionó y rápidamente reunimos a
Follaldre y a
Fresús (al cual llamó la misma
Rosanna por teléfono imitando de una manera muy exagerada un acento andaluz atroz). La cosa prometía cuando
Rosanna llegó y confesó que le habían robado su número con su pegatina, así que desde aquí hacemos un
llamamiento.
Amigo que has ROBADO el número de Rosanna Walls: Ponte en contacto con Rosanna para hacerle llegar su número dedicado. Pide lo que quieras por esa boquita. Es un número muy especial para una chica muy especial. Te ha tocado la lotería o no.
No es que sospechemos de esta chica con un cospobre de Puchi en la portada del Adobo 3, sino que queremos relajar el ambiente un poco.
Como prometió
Rosanna pasó por la zona de fanzines haciendo preguntas a todos los presentes y cuando llegó a nuestro stand nos hizo la entrevista clásica. Referencia al premio, a su retrato de
Azpiri, su colaboración en el número… Por supuesto soltó perlas como "Por favor, que no se muera ADOBE". Fue todo muy sentido pero muy sobreactuado, pero no os equivoquéis,
Rosanna es así siempre. No tiene dobleces. Si destaca es porque es una mujer sobresaliente, extraordinaria.
Rosanna siguió su ronda habitual y nosotros nos quedamos en el stand afilándonos los dientes y vendiendo como si la sangre fenicia corriera con furia por nuestras venas.
Néstor llegó cámara en mano para registrar tan bizarro encuentro (así que atentos a vuestras pantallas) y cerramos el chiringuito para acudir a la cita.
DNM es la imagen viviente de cómo quedan lso fanzineros tras el paso del "huracán Rosanna" por la zona
Fresús,
Follaldre,
El otro Samu y
"La productora" nos distribuimos por la sala como buenamente pudimos y las tres cámaras presentes se pusieron a grabar. No queremos desvelar aún el contenido de la entrevista pero basta decir que en la primera parte no dejamos piedra sobre piedra, y en la segunda (ya con
Rosanna presente) la cosa fue más amable y general. Eso sí, entre una y otra saltó por encima de la mesa y se tiró de una manera forzadísima sobre nuestro regazo.
Fue muy incómodo, pero no porque se nos pusiera dura, sino porque se nos clavaban los huesos de
Rosanna en las piernas como si fueran putas estacas. Al terminar quedamos muy contentos y los cámaras y todos los presentes rompieron a aplaudir. Parece que eran lo que querían y lo consiguieron. Los comentarios más tarde con el equipo vinieron a confirmar nuestras sospechas y lo pasamos bien rico charlando con ellos.
"Rosanna, joder ¿Cómo te lo tengo que decir?"
Llegó la hora de comer, ¿y ya sabéis dónde fuimos? Efectivamente.
Fricandela per capita omitiendo las patatas (las patatas son el mal en estos casos). De vuelta al salón llamamos para informarnos sobre el estado de salud de
Samaniego. Las noticias de su buena progresión nos animaron para darle duro lo que quedaba de tarde. En el último tirón había que echar el resto costase lo que costase y así fue.
Hicimos ofertacas tremendas para no tener que volvernos al día siguiente con cajas y cajas a Correos y que nos costara una pasta tremenda.
Exhibimos el trofeo como una fulana ¿Para qué sirve si no?
Así que mientras los stands de los fanzineros se iban vaciando nosotros íbamos reduciendo el tamaño de nuestros montones. Se acabó así el número final, más tarde el 8, luego los pocos números que llevábamos del 5, los números 7 y los números 4 que pudimos llevar. Al final nos quedamos con menos de 20 números para mandar de vuelta.
Éramos conscientes que el número final sólo estaba en
Fatbottom y en algunas tiendas muy contadas en el resto de España, así que podíamos dar por zanjada la vida del Adobo Final, y por ende la vida de
Adobo como fanzine. Al igual que los números, las camisetas de
Hijoputa que nos comimos con papas en Madrid fueron desapareciendo y mucha gente se quedó con las ganas de tenerlas. Muchos de los que pudieron acercarse al stand y que se quedaron con ganas de tener el
Adobo Final se plantearon muy seriamente en pegarle un tirón al que había en la exposición de los nominados. No se lo reprochamos, sabemos la rabia que da dejar las compras para el último día y que te digan que el número está agotado.
Amiguito, si hubiera durado el salón dos horas más no habrías quedado colgando tan indignamente mucho tiempo más
Con la satisfacción de haberlo dado todo y salir con el premio entre las manos nos fuimos despidiendo de muchos de los fanzineros y amigos que han estado dando el callo con nosotros durante 6 años. A algunos los veremos y a otros no (eso depende de si los trincan haciendo un butrón o no) y por eso les fuimos dedicando un ratino a cada uno pese a estar cansados como unas mulas. Salimos del recinto con los trastos de matar y los dejamos en el hotel.
Cerramos una cita con
Pau,
Marc,
Néstor,
Molg H,
Mañi y demás amiguetes para una cerveza y una cena en el
Bar Singular. Las alitas de pollo del averno, los escalopes de escayola y algún que otro bocadillo de escombros nos dieron la puntilla. La velada transcurrió entre "nogueradas" e intercambio de vídeos y anécdotas. Nos dimos un buen abrazo para despedirnos y salimos pitando a eso de la 1 de la mañana para preparar las cajas y los equipajes para el día siguiente. Nos faltaban horas de sueño y había que apretar el paso sin dejar de disfrutar del momento. CARPE DIEM ¿NO MIARMA?
Fruto de la pérdida del premio, Oscar Senar sufrió una embolia y quedó hemiplégico en est apostura. Ahora folla como un cabrón.
El lunes a las 7 ya estábamos en planta. Preparamos los equipajes y salimos pitando a meternos el desayuno entre pecho y espalda. Si preguntáis,
Gilbert Shelton seguía comiendo en una esquina y un niño vestido de
almirante de marina con sandalias y calcetines se iba sirviendo platacos de bollería. Ese niñito francés no llegará a vivir su propia desvirgación como siga así. Tras cuatro días estamos asquedos y resabiados de tanta vianda, pero nos alimentamos para aguantar el tirón en el avión de vuelta, ya que llegábamos a Sevilla a la hora de comer del
Lunes del Pescaíto. Si amiguitos, a la vuelta ya estábamos en plena feria de Sevilla ¿Es por eso por lo que hemos tardado tanto en escribir esta crónica? ¿Será porque hemos esperado a que todo Cristo cuelgue sus fotos y vídeos? La respuesta está en vuestro interior.
Salimos rumbo al aeropuerto. Allí nos montamos en un avión con un
grupo de la ONCE compuesto por ciegos. La entrada al avión fue lenta (nos dio tiempo a contactar con
Samaniego para saber cómo andaba de los suyo inclusive), pero nos vimos recompensados cuando al aterrizar bruscamente los pasajeros ciegos gritaron como si nos fuéramos a matar. Un momento exquisito, pero es cierto que aterrizamos con la gracilidad de un saco de papas.
Momento tensísismo en el que El otro Samu tuvo que pegarle un par de hostias a un comprador indeciso
Así terminó nuestro viaje al último gran salón de
Adobo. Premiados, con números agotados y cansados por haber hecho un esfuerzo titánico nos acomodamos en casa y preparamos nuevos movimientos para poder librarnos de números anteriores y del stock de camisetas. Eso sí, con tranquilidad y la sensación de que estamos en los últimos compases de la vida de
Adobo.
Estad atentos a lo que os viene por delante porque, no pensamos levantar el pie del acelerador.
Adobo va a dar guerra hasta el final y si la cosa va bien nos darán el indulto y podremos pasar el resto de nuestra vida como sementales.
Tauromaquia y fanzines ¿acaso hay algo más maravilloso? YA VEREMOS.
Ah... ¿Que habéis llegado al final de esta kilométrica entrada? Tontos sois, pudiendo haber empleado esta hora en otros menesteres mas últiles como dejar de ser unos autenticos perdedores. ¡Nos vemos en los bares comiendo flanes, julays, PICHONES!