El viernes amaneció despejado y todo hacía vislumbrar un día a apoteósico. La mita empezó a fluir antes de que el salón abriera las puertas. nos encontramos con el bueno de Miguel de Rantifuso. Respondió a nuestro saludo amistoso con un "¡Qué Cabrones!". El motivo quedó claro cuando nos enseñó el programa del evento. Tuvimos que explicarle que no tuvimos nada que ver en el tema, pero que claramente el culpable estaba en la sala de prensa en la presentación de fanzines en el Ficómic.
A las 17:30 nos fuimos a la Mesa Redonda de Autoedición. Allí no había ni Cristo, así que estuvimos cantando "Japi Barry" hasta que pudimos robarle a Carlos Pacheco algunos fans de la cola de firmas y estuvimos charlando del tema. Parecía que la cosa no iba a ser fluída, ¡al final nos animamos qué coño!. Terminamos robándole algunos minutos a Emile Bravo, que resultó ser un dibujante y no el hermano de Agustín Bravo.
A eso de las 9 nos fuimos a La Araña para presentar los fanzines. Casi nos solapamos con la presentación de Héroes Rotos y eso hizo que la esperanza de tener un público de más de 10 personas, pero nuestro increíble magnetismo y la afección vírica de Dani de Rantifuso hizo que la gente huyera.
Salimos de La Araña bastante satisfechos y con algunas adquisiciones bajo el brazo. La noche hubiera podido ir a mejor, pero la ausencia del Crujipollo y las póstulas sangrantes de Dani de Rantifuso hicieron que diéramos la jornada por terminada. Hicimos parada por un exquisito antro de veganos y tragaperras que solemos frecuentar en Sevilla y nos fuimos a dormir a la voz de "La puta soy yo".
El Sábado salió lluvioso de cabo a rabo lo que para las ventas fue un duro golpe ¿cómo superarlo? A base de mita. Amenizamos el día con twist judío, y recibimos visitas que nos hicieron soñar.
El día dio mucho de sí en cuanto a niñones, jedis con triple papada (algunos con un traje rollo Motal kombat con moreno de vanilla y chocolate de marcar camiseta en la piscina toy de la tita Chon) y cospobres. Entre ellos hay que destacar los siguientes:
Cospobre de Sánchez Dragó
Cospobre de Millán Astray
Cospobre de portada de Adobo 3
Cospobre de Duffman Sevillano (interesante aportación de Cruzcampo)
Ocurrió un extraño fenómeno por el cual había muchísimos cosplayers vestidos de chaqueta. Intentamos aclarar la situación, pero nadie nos supo contestar, así que resolvimos que serían cospobres de Super-Brokers o cospobres de Emilio Tucci. El bueno de Doraemon nos faltó, pero sospechamos que estaba en Getxo porque el señor que lo vestía estaba disfrazado de esta guisa.
En cuanto a cartelería destacar la reutilización de carterles del Encuentro Interplanetario de Fanzines y esta aberración que perpetró en bueno de Fresus.
Por lo demás día de ventas flojete. Mucha gente interesada, y mucho cansancio. Fresus, debido al contacto sexual que tuvo con Dani de Rantifuso cayó víctima de fiebres tropicales. En este estado febril trazó las líneas que seguiré en sus páginas en la séptima entrega de Adobo. Entre compresas frías con alas y termómetros terminó la segunda jornada.
La salida de misa de las 12 llenó el Casino de la Exposición de parejas y niños que con los ojos como paelleras hojeaban los adobos frente al consiguiente apuro de unos padres y el interés de algunos otros. Es el caso del padre de Macarena, que nos hizo dedicarle el ejemplar para, cuando cumpliera los 18, cederle tan preciado tesoro (y mientras tanto hacer las delicias de su padre).
En el transcurso de día despedimos a Miguel y a lo que quedaba de Dani de Rantifuso y a los señores de Wee que se portaron como unos caballeros. El día se nos hizo corto y el fin de semana se nos antojó exquisito. Quisimos dejar el pabellón bien alto y nos pegamos una cena en un Wok aliñado con Champín y chupitos de Tolón Tolón. Para la posteridad quedará como El Salón de la Musa en referencia a las exquisitas salsas sin gluten que aderezaron todas nuestras comidas.
Ahora queda relajarse y recuperar fuerza para afrontar el reto en Expocómic en Madrid.
Entiérrate como puedas.