Estimados lambrequines: estamos ya de vuelta en nuestras respectivas chabolas y como es costumbre nos toca echar la vista atrás y analizar las miserias que hemos vivido en este Expocómic 2010 y justificar así esta sensación de lumbalgia y plenitud absoluta que sólo se puede sentir cuando le robas el andador a una vieja (por decir algo que nos resulta familiar a todos). Debido a la puta manía de la gente de darte palique, no comprar un carajo y pedir tarjetas bautizamos esta edición de Expocómic como "El salón de la brasita".
Parte de esta sensación viene del encuentro con los compañeros fanzineros, quien te saludan con una mano y con la otra van comprobando si la cartera sigue en su bolsillo. Nuestros vecinos inmediatos de stand Rantifuso (que van recorriendo todos los salones de España como si fueran el puesto de churros en las ferias), y Polan Kaede y Alessia, que acostumbradas a los eventos de Manga (nombre muy justificado debido a los hurtos y tropelías que se cometen en ellos) se encontraban como un pez fuera del agua entre tanta escoria de paisano. Estaban prevenidas contra nuestro comportamiento pero, para desgracia del respetable y sus tímpanos, el crossover Kwyjibo-Cerveza-Adobo jamás existió. Aún desconocen lo afortunadas que han sido.
Hay que hacer hincapié en la gente de Andergraün, que se llevaron la otra mitad del trócolo que nos dieron el año pasado. El bueno de DNM (que sepas si estás leyendo esto que nos caes fatal) y sus secuaces empapelaron el recinto de carteles e hicieron las delicias de los viandantes. En un ataque de genialidad pusieron a su stand "STAND LEE" y eso provocó que durante todo el puto salón nos llegara gente preguntando dónde se encontraban. Amigos de Andergraun, llenáis nuestros corazones de algún líquido indeterminado y os lo agradecemos sinceramente de la única manera que nos han enseñado: violando repetidamente los cadáveres de vuestros familiares difuntos.
En la zona de fanzines vimos viejos conocidos como los Ex-Cretinos César, Molina y Koko, Marnofler de Ajopringue, Pedro Kat (aka EL PLOMERO), Manuel Díaz (que se llevó unas Auroras Sombras de manos de Fresúus y El otro Samu) o Mart y a nuevas incorporaciones como el fanzine Jo, Tía!, o la gente de Migas, que se quedaron extasiados con la puta maravilla que significa acudir a un encuentro fanzinero. Un recuerdo especialmente emotivo para el señor Álvaro Samaniego, que estuvo a base de mandarinas todo el puto salón para poder pillarse todos los Adobos. Amigo, es usted un ser maravilloso que merece que le coman el nabo a dos carrillos. Desde este foro deseamos compartir con usted más salones y algún que otro dormitorio.
También se pasó el Dr. Naiman (que nos dejó el nuevo Malavida 22 y un apretón de huevos para que acudiéramos al Salón de Cómic de Zaragoza) y Mar de Entrecómics (esa exquisita MILF que tiene una turbia filia con los pelirrojos y que ahuyentó a un grupo de Ñetas de nuestro Stand). El jueves se pasaron gente de Putalocura y demostraron su afinidad con Adobo intercambiando anécdotas y antecedentes criminales, es inspirador encontrar almas sensibles relacionadas directamente con el arte y los fluidos corporales. Espíritus afines víctima de un flechazo a primera vista de escroto a escroto.
En las labores de venta y extorsión contamos con varios miembros del equipo de Adobo: El entrañable Fresus recibía besos y abrazos de todos los asistentes y fanzineros, El otro Samu con su rancia funcionalidad captando la atención, Nacho García animando a las tropas con mágicas dedicatorias, Elenilla proyectaba mentalmente imágenes de A Serbian Film para frenar el paso de los peatones, Joseba Glorieta surtió de explosivas camisetas a los miembros del Comando Mita de Adobo, Claudio Buenafuente farfullando consignas contra el carril bici para llamar la atención, Kwyjibo violentando al comprador potencial con golpes de stand e insultos letales y jugosos como las naranjas donde limpian los yonkis las jeringuillas y el pizpireto Luzzo que localizó múltiples Cospobres que hicieron soñar a los presentes. Todos llenaron de magia Expocómic como un surtido Cuétara de cuchilas para mascar.
Gastronómicamente Este salón ha dejado altibajos marcados por la necesidad de hacer turnos y encontrar sitios cercanos al recinto. Esto no ha evitado alimentarnos a base de mita y nuevas experiencias como la extraña costumbre de Taco Bell de hacer esperar a los clientes media hora de cola para luego ofrecerte un menú limitado y un refill de agua con gas. Todo se suplía con el uso indiscriminado de Google Translator en todos sus comunicaciones corporativas. Dios los bendiga con la misma gloria que la cadena Brutus. Nos quitamos la espinita cuando la noche del viernes acudimos a El Flamenco de Barbate donde estuvimos escuchando jazz de puta madre hasta que se petó de la escoria que salía de un concierto de Barricada. ¡Vaya colección de progres con chaquetas de cuero! ¡Eso si que son Cosplayers!
Pasamos al anecdotario del salón, que fue prolífico y que no se hizo esperar, ya que en el tren de ida hacia el salón el cándido Fresús y el agrio El otro Samu estuvieron charlando animosamente sobre las miserias de Adobo durante las dos horas y media que duró el Ave y que culminó con una llamada telefónica del señor Claudio Buenafuente. En ese momento una auténtica SEÑORA y su hija pusieron el grito en el cielo con consignas como "qué juventud" o "así va España" junto a frases como "¡Que sí, que ya nos hemos enterado! ¡Que si los comis, que si el tacobel, que si estás en números rojos! ¡Qué viajecito nos estáis dando!". Ante semejante ataque Fresus apostilló un "le agradecería que no escuchara mis conversaciones privadas" lo que provocó una reacción de climax en las señoras que rompieron a reir falsamente y a levantarse de la indignación. El otro Samu acudió al rescate y les cortó el punto a semejantes putas a base de mal rollo en forma de frases mordaces sobre las pensiones que les pagamos cualquier hijo de vecino y los ridículos privilegios que buscan los nuevos ricos que se visten de Prada y luego comen en casa sopita de Avecrén. Ante estas respuestas las féminas se metieron la lengüita en el culo y fingieron quedarse dormidas. Con Adobo hemos topado.
En el capítulo de visitantes del stand hubo especímenes antológicos como el señor que iba observando minuciosamente todas las portadas, pósters y dibujos e iba agradeciendo compulsivamente con una boquita flanqueada por guacheras blancas como el nácar, el revolucionario que pretendía llevarnos al caos total para eliminar la clase política a golpe de blog y mailing, las cosplayers famélicas se disfrazaron de calientapollas y que se dedicaron cruelmente a pegarle subidones de leche a los fanzineros faltos de amor a sabiendas de que sus novios rondaban por la zona… Pero la joya de la corona fue el incidente con dos señoritas que al hojear Adobo toparon con Montserrat y que con indignación preguntaron por el nombre del autor. Se vivió un momento de charlas en voz baja sobre la condición sexual del personaje al irse con su compra bajo el brazo y cuando le preguntamos por qué se habían decidido por comprar sentenciaron con frialdad: PORQUE SOMOS EMPRESARIAS LESBIANAS. Estimados lectores, si se hubieran cabreado sin más y se hubieran ido nos hubiéramos quedado tranquilos, pero se llevaron dos números con la dirección de este blog y el correo electrónico del fanzine. Estimadas señoritas, si nos estáis leyendo sabed que no hay malicia en el personaje de Pablo Muñoz y que el trato que se le da es el mismo que el resto de personajes del fanzines al margen de su ocupación u condición sexual. ¡Por lo que más queráis, no demandadnos!
Resumiendo, Expocómic 2010 ha sido un evento de altibajos donde hemos agonizado para alcanzar unas ventas decentes pero donde hemos disfrutado como cabrones. El año que viene más, pero ahora mismo estamos hasta los cojones, así que les deseamos felicidad y codazos en la boca.
¡QUE SÍ!