"A la tercera va la vencida" pensaban los ingenuos asistentes al Salón de Cómic de Sevilla sin sospechar que lo que se presentaba era el número 4 de Adobo.
Recordaréis con alegría, que hace una semana, estuvimos en el citado Salón dando la vara a más no poder, pero no teníais ninguna prueba gráfica ni siquiera una explicación pormenorizada de tan magno evento. Aquí os contamos algunas de las cosas que sucedieron en aquel misterioso lugar:
El viernes nos enfundamos el mono de trabajo y acudimos raudos a la cita. Como todos los viernes en este tipo de salones, la gente no se animaba a ir demasiado por temas de curro y estudiantiles, aunque la cosa se animó por la tarde. De esta guisa recibíamos a los viandantes que visitaban nuestro stand en busca de un poco de risa, que pronto se tornó en dolor y lágrimas. Pero el viernes no había tiempo para demasiado ya que presentábamos el nuevo número de Adobo en la librería la Araña. Hordas de fanáticos del humor cafre asistieron para lanzarnos vítoras y loas. La presentación fue junto a los Rantis, que horrorizados por nuestros desmanes, tuvieron que salir corriendo con lágrimas en los ojos. A la salida del evento, nos sentamos todos a celebrarlo ingiriendo litros y litros de cerveza en un sevillano bar hasta que el camarero, percatado de que uno de nuestros chicos portaba orgulloso una litrona de Cruzcampo, nos echó a gritos del lugar (esto es totalmente cierto) Agachamos la cabeza y fuimos a disfrutar de las mieles del mejor bar que existe en Sevilla: El Crujipollo.
El sábado, la locura: literalmente, fuimos comidos por gente que quería llevarse el Adobo a su casa. Las ventas crecían como la espuma y entre otaku y cosplayer que nos miraba con desprecio, siempre aparecía buena gente dispuesta a todo con tal de, como dicen los jóvenes de hoy en día "partirse la hojarasca". Por supuesto, los otakus no se libraron de nuestro odio hitleriano. No podíamos dejar pasar la ocasión para recordarles con saña y odio que su lugar en el mundo no estaba con el resto de los mortales. Huyeron despavoridos ante nuestras caras de indiferencia y pasión. Ciertamente, y ya lo sabéis, no somos gente de fiar ni mucho menos trigo limpio, lo que no fue impedimento para que un centenar de descerebrados se llevaran nuestro fanzine a casa. (incluida una coqueta y encantadora pareja de osos... y no estamos hablando de cosplayers) Conocimos a los increíbles tipos de Killer Toons, unos tios que son para chuparles la polla y que sepa a vino. Llevan años en esto y dando tralla, sin haber pasado más de 2 años en la cárcel. ¡Nuestro sueño!
Abordamos a este pobre transeúnte con camiseta de merchandising sólo por la nostalgia marinera de no tener en el stand opuesto a la gente de Malavida.
Fotografía con el amable grupo de fanzineros que se acercaron a nuestra charla
El domingo, fuimos cerrando el tema pero no sin antes ocurrirnos varias mitazas increibles. A saber: varias visitas de amiguetes, familia y desarrapados varios a los que obligamos a comprarnos 9 adobos cada uno. Sí, sí. 9. Comida grasienta en el entrañable bar Hermanos Gómez amenizados por palomas cagadoras de gloria y por supuesto, recordamos con alegría la visita que nos hizo un chavalín que está empezando en esto y nos recordaba de haber comprado el número 2. El chicurrín se llamaba Miguel Brieva, un tipo bien majo que quería que le aconsejaramos un poco en como se empezaba en "esto de los tebeos".Le dimos mil y una pauta para que consiguiera su fin y aunque él se empeñara en hablarnos de dinero nosotros no dejamos que nos pagase. Antes de llamarnos Adobo habíamos barajado otro nombre: Altruismo.
El domingo, fuimos cerrando el tema pero no sin antes ocurrirnos varias mitazas increibles. A saber: varias visitas de amiguetes, familia y desarrapados varios a los que obligamos a comprarnos 9 adobos cada uno. Sí, sí. 9. Comida grasienta en el entrañable bar Hermanos Gómez amenizados por palomas cagadoras de gloria y por supuesto, recordamos con alegría la visita que nos hizo un chavalín que está empezando en esto y nos recordaba de haber comprado el número 2. El chicurrín se llamaba Miguel Brieva, un tipo bien majo que quería que le aconsejaramos un poco en como se empezaba en "esto de los tebeos".Le dimos mil y una pauta para que consiguiera su fin y aunque él se empeñara en hablarnos de dinero nosotros no dejamos que nos pagase. Antes de llamarnos Adobo habíamos barajado otro nombre: Altruismo.
Nos quedó en el corazón también el simpático fanzinero creador de personajes tan entrañables como Pepe Napia. Sin palabras.
Pero como todos sabéis, si por algo se caracteriza Adobo es por su temática religiosa. Ángeles, arcángeles, querubines y príncipes de las tinieblas se dieron cita en tan magna cita. Nos susurraron al oído el secreto para que Adobo consiguiera el premio al mejor fanzine de expocomic. Somos orgullosos. Los mandamos al lugar de donde nunca debieron salir: Al programa de Pablo Motos.
3 comentarios:
Queridos adobados, sois la Hostia, nos alegra haberos conocido y colocamos vuestro adoboblog en nuestra lista de enlaces favoritos en el blog de killer toons y en Mundo Pichón. Un abrazo sin pringue.
UN FUERTE ABRAZO DE LOS KILLER TOONS...YA TENEMOS ENLACE CON VUESTRO BLOG !!! NOS VEREMOS POR MADRID Y CARMONA !!!!
UN FUERTE ABRAZO DE LOS KILLER TOONS...YA TENEMOS ENLACE CON VUESTRO BLOG !!! NOS VEREMOS POR MADRID Y CARMONA !!!!
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